¿Por qué me caigo tanto? No, no es normal tropezar todo el tiempo

Tropezar una vez es normal. Tropezar todo el tiempo… no lo es.
Si te pasa seguido que te resbalas, pierdes el equilibrio, te torces el pie sin razón aparente o simplemente “te caes porque sí”, es momento de prestar atención. Las caídas frecuentes no son una casualidad: tu cuerpo está tratando de decirte algo.

¡No eres torpe! Puede haber una causa médica

Muchas personas que se caen con frecuencia tienden a restarle importancia. “Es que soy distraído”, “los zapatos”, “el piso estaba mojado”… Sin embargo, hay factores médicos que pueden estar detrás:

🔸 Debilidad muscular: especialmente en piernas, caderas o tobillos.
🔸 Problemas articulares o lesiones mal tratadas: como esguinces repetitivos o inestabilidad de rodilla o tobillo.
🔸 Alteraciones neurológicas: desequilibrio, pérdida de sensibilidad en pies (neuropatías), vértigo o incluso Parkinson en casos más avanzados.
🔸 Mala alineación corporal o dismetrías: una pierna más corta que otra o desviaciones posturales.
🔸 Problemas en la pisada: pie plano, pie cavo o una marcha inadecuada.

¿Cuándo debes preocuparte?

Presta atención si notas alguna de estas señales:

✔️ Te caes más de 2 veces al mes, sin motivo claro.
✔️ Sientes que pierdes fuerza o estabilidad al caminar.
✔️ Te has lesionado en alguna de esas caídas.
✔️ Tienes sensación de inestabilidad, sobre todo en superficies irregulares.
✔️ Caminas con inseguridad o miedo a volver a caerte.

Estas señales pueden empeorar con el tiempo y aumentar el riesgo de fracturas u otras complicaciones.

¿Qué puede hacer un traumatólogo ortopedista?

Como especialista en movimiento y estructura del cuerpo, evaluamos tu musculatura, tus articulaciones, tu forma de caminar (marcha) y, si es necesario, solicitamos estudios para descartar causas neurológicas o problemas estructurales.

En algunos casos se requiere tratamiento con fisioterapia, plantillas ortopédicas, ejercicios de fortalecimiento, corrección postural o incluso cirugía si hay lesiones que lo justifiquen.


Caerse constantemente no es un problema menor. Es una señal de alerta. No lo normalices, no lo ignores. Con un diagnóstico adecuado puedes recuperar tu estabilidad y evitar lesiones más serias.

Si esto te está pasando, agenda una consulta y déjame ayudarte a encontrar la causa y la solución. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!


Bibliografía

  • Bohl, A. A., Lee, D. S., West, N. A., Heinemann, A. W., & Phelan, E. A. (2010). Association between poor mobility and falls in community-dwelling older adults. Journal of the American Geriatrics Society, 58(6), 1059-1065.
  • Florence, C. S., Bergen, G., Atherly, A., Burns, E., Stevens, J., & Drake, C. (2018). Medical costs of fatal and nonfatal falls in older adults. Journal of the American Geriatrics Society, 66(4), 693-698.
  • Shumway-Cook, A., & Woollacott, M. H. (2017). Motor Control: Translating Research into Clinical Practice. Lippincott Williams & Wilkins.

Consejos para pacientes operados: alimentación, descanso y recuperación

Después de una cirugía traumatológica, el cuerpo necesita tiempo y cuidados adecuados para sanar correctamente. Además del seguimiento médico, hay tres pilares fundamentales que pueden marcar la diferencia en tu recuperación: la alimentación, el descanso y una rehabilitación progresiva. A continuación, te comparto algunas recomendaciones clave.


🥗 1. Alimentación que favorece la recuperación

Una buena nutrición es esencial para reparar los tejidos, reducir la inflamación y prevenir infecciones.

¿Qué incluir?

  • Proteínas: ayudan a regenerar tejidos (huevo, pollo, pescado, legumbres).
  • Frutas y verduras: ricas en antioxidantes, vitaminas A y C, y minerales que fortalecen el sistema inmune.
  • Grasas saludables: como las del aguacate, aceite de oliva y frutos secos, que favorecen la cicatrización.
  • Calcio y vitamina D: importantes si hubo fracturas (leche, yogur, almendras, pescado graso).
  • Agua: mantenerte bien hidratado también favorece la recuperación.

Evita: alimentos ultraprocesados, azúcares en exceso y alcohol, ya que pueden retrasar la curación.


💤 2. El descanso como parte del tratamiento

El descanso no es solo dormir, sino permitirle al cuerpo reducir la actividad física para enfocar su energía en sanar.

  • Dormir bien ayuda a reducir el dolor y acelera la recuperación. Intenta dormir entre 7 y 9 horas cada noche.
  • Eleva la zona operada (si aplica), especialmente durante los primeros días para reducir inflamación.
  • Evita esfuerzos innecesarios: aunque te sientas bien, no cargues peso ni hagas movimientos bruscos.

🏃‍♂️ 3. Recuperación activa y segura

El reposo excesivo puede ser contraproducente. El movimiento controlado y progresivo es parte fundamental del proceso.

  • Sigue las indicaciones del médico y del fisioterapeuta al pie de la letra.
  • La fisioterapia será tu gran aliada: ayuda a recuperar movilidad, fuerza y funcionalidad.
  • Escucha a tu cuerpo: si sientes dolor intenso, detén la actividad y consulta.

✅ Recomendaciones finales

  • Toma tus medicamentos como se te indicaron, sin suspenderlos antes de tiempo.
  • Asiste a tus controles postoperatorios, incluso si te sientes bien.
  • Pide ayuda si la necesitas. La recuperación es un proceso, no te exijas más de lo debido.

Tu cuerpo está haciendo un gran trabajo al sanar. Acompañarlo con buenos hábitos hará que te recuperes mejor, más rápido y con menos complicaciones.
Si tienes dudas durante tu recuperación, no dudes en consultar.
Estoy aquí para ayudarte.


📚 Bibliografía

  1. Aragon, T., & Raab, S. (2022). Postoperative Care and Pain Management. Medscape.
  2. Academy of Nutrition and Dietetics. (2023). Nutrition Care Manual: Post-Surgery Nutrition.
  3. American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS). (2023). Your Surgical Recovery. https://orthoinfo.aaos.org
  4. Mayo Clinic Staff. (2023). Wound healing and nutrition. Mayo Clinic.
  5. National Institutes of Health (NIH). (2022). Vitamin and Mineral Supplement Fact Sheets.