¿Realmente sirven los suplementos de colágeno?

El colágeno es una proteína fundamental en nuestro cuerpo. Forma parte de la piel, los huesos, los tendones, los ligamentos y, por supuesto, de nuestras articulaciones. Con el paso del tiempo, la producción natural de colágeno disminuye, lo que contribuye al desgaste articular y al envejecimiento de los tejidos.

¿Qué dicen los suplementos?

Los suplementos de colágeno, generalmente en polvo o cápsulas, prometen mejorar la salud articular, fortalecer los huesos y favorecer la elasticidad de la piel. La forma más utilizada es el colágeno hidrolizado o péptidos de colágeno, que se absorben mejor en el intestino.

¿Qué dice la evidencia científica?

Los estudios muestran resultados interesantes, aunque no definitivos:

  • Algunos ensayos clínicos han demostrado que el consumo de colágeno hidrolizado puede disminuir el dolor y la rigidez articular, sobre todo en personas con osteoartritis leve o en deportistas con desgaste articular.
  • También se han visto beneficios en la densidad ósea en adultos mayores y en la recuperación de tejidos después de lesiones.
  • Sin embargo, los expertos señalan que no es una solución milagrosa. Sus efectos suelen ser modestos y deben acompañarse de una buena alimentación, ejercicio y control del peso.

¿Son seguros?

En general, el colágeno hidrolizado es considerado seguro y bien tolerado. Puede ser un complemento útil, pero no sustituye otros tratamientos médicos ni reemplaza hábitos saludables.

Conclusión

Los suplementos de colágeno sí pueden ayudar, especialmente en la salud articular, pero no hacen magia. Funcionan mejor como parte de un enfoque integral: ejercicio adecuado, alimentación balanceada, evitar el sobrepeso y, cuando es necesario, acompañamiento médico.


Bibliografía:

  • Clark, K. L., et al. (2008). 24-Week study on the use of collagen hydrolysate as a dietary supplement in athletes with activity-related joint pain. Current Medical Research and Opinion, 24(5), 1485–1496.
  • Lugo, J. P., et al. (2016). Efficacy and tolerability of an undenatured type II collagen supplement in modulating knee osteoarthritis symptoms. International Journal of Medical Sciences, 13(8), 658–666.
  • Veronese, N., et al. (2019). Dietary supplements for treating osteoarthritis: a critical appraisal. Aging Clinical and Experimental Research, 31(6), 787–794.

¿A qué edad debo comenzar a cuidar mis articulaciones?

Cuando pensamos en articulaciones, solemos relacionarlas con el envejecimiento. Sin embargo, cuidar nuestras articulaciones no es algo que deba comenzar en la tercera edad. De hecho, es un proceso que debe iniciarse desde la infancia y mantenerse durante toda la vida.

La salud articular comienza desde pequeños

Desde que somos niños, nuestras articulaciones ya están en desarrollo y en constante uso. Durante el crecimiento, el movimiento y la actividad física son fundamentales para un buen desarrollo musculoesquelético. A edades tempranas es clave fomentar el juego activo, una buena postura y evitar el sobrepeso.

En la adolescencia y adultez temprana

Durante esta etapa, muchas personas comienzan a practicar deportes o ejercitarse más intensamente. Es aquí donde una técnica incorrecta,
el exceso de carga o la falta de descanso pueden dañar las articulaciones. También es un momento clave para construir hábitos como:

  • Calentar antes de hacer ejercicio
  • Fortalecer los músculos que rodean las articulaciones
  • Evitar movimientos repetitivos prolongados sin pausas

En la adultez media y más adelante

A partir de los 30-35 años, es común que el cuerpo comience a experimentar un desgaste natural. Cuidar nuestras articulaciones en esta etapa implica mantener un peso saludable, moverse con frecuencia y realizar ejercicios de bajo impacto, como natación, caminar o andar en bicicleta.

Entonces, ¿cuándo empezar?

La respuesta es: ¡cuanto antes! La prevención es la mejor forma de evitar dolores, lesiones y enfermedades como la osteoartritis.
No se trata solo de envejecer bien, sino de vivir bien en todas las etapas de la vida, manteniéndose activo y sin dolor.


Conclusión

Cuidar tus articulaciones no tiene una edad de inicio definida. Lo ideal es formar hábitos saludables desde la infancia y adaptarlos según cada etapa de la vida. Si sientes dolor, rigidez o limitación en alguna articulación, consulta con un especialista. Prevenir es mejor que tratar.


Bibliografía: